"Me gusta imaginar mis obras como espejos en los que los espectadores, al verse reflejados se ven forzados a reflexionar sobre sus propias emociones y contextos"
Sebastián Bayo es un arquitecto y artista multidisciplinar afincado en Madrid. Después de varios años trabajando en diversos estudios de urbanismo, arquitectura y diseño en Londres y Madrid, inicia una trayectoria artística en solitario, profundizando en una exploración personal de la relación entre espacio e individuo, tanto en el plano físico como metafísico. Su obra artística abarca desde el videoarte a la escultura, pasando por el diseño escenográfico, la fotografía, el dibujo y la pintura. Sus obras han sido expuestas en diversas galerías y salas nacionales e internacionales, y ahora vuelve, el próximo 18 de enero, a Electropura, reconduciéndonos por sus laberínticas composiciones, de la mano de Chromatic, así que aprovechamos su inminente visita para entrevistarlo.
¿Qué relación hay entre tu faceta artística y arquitectónica? El arte y la arquitectura comparten un lenguaje común, el lenguaje visual. En ambas profesiones es importante conmover y convencer con la imagen. Para mí el arte es un medio de explorar conceptos sensibles y poéticos que en la práctica arquitectónica muchas veces no pueden llegar a desarrollarse. Espacio, proporción, escala, luz… son conceptos que manejo tanto en la arquitectura como en la pintura, pero la arquitectura ha de estár siempre orientada a servir, a satisfacer al usuario… y en la pintura me puedo permitir una mayor libertad de exploración y reivindicación personal. Mi trabajo explora los límites entre el espacio interior psicológico y el espacio exterior contextual a través del análisis pictórico y espacial de las fronteras y puentes entre el espacio de dentro y el espacio alrededor del individuo. Muchas de mis obras se componen de muchas capas que se superponen y entremezclan generando profundidades, definiendo espacios prácticamente arquitectónicos. ¿Qué es lo que pretendes transmitir en tu obra artística? De entrada, me cuesta poner en palabras lo que pretendo transmitir con la Pintura. Creo que ese es precisamente el motivo por el que recurrí a ella como interlocutora para tratar temas más allá de lo que me permitían las palabras. Mi amiga la poetisa Ángela Mallén, tras ver mis obras me dedicó un texto conmovedor que tituló “arquitectura de la psique”. Creo que este texto Y este concepto me calaron y desde entonces identifico mi trabajo más claramente como una exploración intuitiva y muy personal del “edificio interior anímico.”
¿Crees que vivimos en un momento de desorientación total, de desdibujamiento de nuestros valores? Creo que cada vez es más evidente la existencia de cierta consciencia de inestabilidad. Creo que el mundo cada vez es más complejo y frenético, cada vez más lleno de estímulos vacíos, y eso puede hacerlo más hostil y frustrante. Creo que hay que vivir en una constante búsqueda del equilibrio entre rigidez y flexibilidad. No carecer de valores y de elementos que nos orienten y nos aporten estabilidad, pero tampoco simplificar la realidad del contexto en el que vivimos acotándolo o escapando de él. Volviendo a términos arquitectónicos vivimos en un contexto sísmico que agita los edificios anímicos… que pueden llegar a derrumbarse en función de su estructura. Los edificios que tienden a derrumbarse son los más débiles, pero también los más rígidos que son incapaces de absorber las vibraciones y colapsan.
Me gusta transmitir esa “vibración” Y ese ruido en mis obras. Hay a quien le resultan muy agresivas y no pueden ni mirarlas, pero mi objetivo no es infundir inestabilidad o tensión, sino más bien lo contrario. Me gusta imaginar mis obras como espejos en los que los espectadores, al verse reflejados se ven forzados a reflexionar sobre sus propias emociones y contextos. Una pintura terapéutica para mí como autor y también para el espectador. ¿A qué es debido tu interés por explorar el espacio y el individuo física y metafísicamente? Como arquitecto siempre me han interesado conceptos como la antropometría (la medida del cuerpo) y cómo las arquitecturas más sensibles con las proporciones y el movimiento del cuerpo son las más eficientes, cómodas y bellas; o conceptos como los explorados por Gastón Bachelard con sus análisis fenómenológicos del espacio. Esta combinación de sensibilidades físicas y metafísicas ha evolucionado en una exploración personal de la relación individuo-psique-cuerpo-espacio. Si hablamos de la arquitectura de la psique, por qué no hablar de la psique como primera arquitectura del ser, y sucesivamente, el cuerpo como arquitectura que sustenta la psique y pone al individuo en contacto con el espacio arquitectónico, urbano, natural… Del ser al espacio, capa tras capa de arquitectura.
¿Qué esperas de la próxima exposición en Electropura? ¿Qué tienes preparado?
La expo de Electropura se presenta como una oportunidad muy divertida de combinar mi trabajo creativo con el de otros artistas, en este caso de la música. Siempre me ha resultado muy excitante compartir lo que hago, y si como en este caso, va a dar pié a un “diálogo creativo” entre pintura y música, qué mas se puede pedir. Estoy seguro de que se producirán sinergias muy interesantes de las que aprender y extraer nuevas fuentes de inspiración para futuros trabajos.
Por mi parte, voy a proyectar una selección de trabajos de técnicas mixtas. Son unas piezas marcadamente expresionistas, compuestas a base de muchas capas superpuestas, trazos sueltos, arañazos… que espero sean sugerentes para el resto de artistas y asistentes. El contexto también va a ser muy especial. Electropura es un espacio muy distinto a los que he exhibido mi obra en otras ocasiones y tengo muchas ganas de ver el resultado. Es un espacio muy atractivo que va a ser sin duda un protagonista más de éste intercambio artístico del que espero aprender mucho.
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