#clubbers - Killing Time

Estamos viviendo un momento difícil para la cultura de clubs, y pensamos que es un buen momento para rendir homenaje a aquellos clubs y tiendas de discos, cuyos trabajadores luchan día y noche para sacarlos adelante, buscando alternativas a la parálisis provocada por el coronavirus.

Y qué mejor forma de rendir homenaje que convocando a aquellas figuras que han aportado tanto a estos espacios, y viceversa, mediante una publicación en vivo, que se irá actualizando conforme recibamos mensajes a chromaticclub@outlook.com

Para esta ocasión, queremos estrenar la sección con la sala Killing Time, que es también una emblemática tienda de discos: La Discoteca. Pero también es una insignia y nexo de la escena electrónica de Valencia. Un punto de encuentro en el que uno puede zambullirse en las cubetas, tomarse una cerveza mientras escucha alguna de las sesiones de los artistas que se dan cita, o simplemente pasar la tarde hablando sobre música con los responsables de la tienda y el resto de visitantes.

A continuación, esto es lo que nos han confesado algunos de sus clientes:

Daniel Kyo: El Killing Time ha sido durante los últimos años mi lugar para poner discos en Valencia. Y es que es así, allí lo que importa es la música y todo está dedicado a ello con pasión. Qué ganas de volver por ahí.

H4L9000: Killing Time es y ha sido un lugar de libertad, fraternidad, cultura además de ocio. Y desde hace un tiempo de buena gastronomía. Para mi representa el meeting point de una generación o de varias generaciones con un mismo sentimiento e inquietud. Y supuso el despegue de una faceta musical mía más introspectiva, con la serie Cinematic que se gesto allí.

Thorazine: Para mí el Killing Time es y siempre ha sido un punto de encuentro de personas que comparten la pasión por la cultura underground. Un cruce de caminos de criaturas nocturnas, cada una de un padre y de una madre, o de los dos, o de ninguna. Un lugar donde tienen cabida todo tipo de especímenes extraños y no tan extraños. Una burbuja de respeto y tolerancia que Ali, y en sus orígenes Kike junto a ella, se han preocupado en construir y mantener.

Un lugar donde experimentar, investigar y descubrir. Cualquier ocurrencia que se me haya pasado por la cabeza, Ali siempre me ha dado una fecha, ofreciendo un lugar donde poder expresarme a nivel musical, sin juicios y con mucho cariño.

Al final lo que han conseguido es crear una gran familia que incluye a todas las personas que han trabajado y que trabajan actualmente allí, y a todas las que nos vemos de vez en cuando bajo el techo del Killing Time, del Killing. Nos tomamos unas cervezas, unas copas y si se pone la cosa tonta unas chupitos locos. Te acercas a la cabina para empaparte de esos ritmos y sonidos extraños que brotan de la oscuridad y te dejas llevar. Vuelves a casa (o no) y el lunes te queda un poso emocional que te dibuja un sonrisa en la cara y piensas: no me acuerdo muy bien como acabé, pero joder qué bien que me lo pasé, menudo musicón, que jartá de bailar…

En fin, podría seguir hablando y contando mil historietas que nos han ocurrido allí (y las que están por venir), pero no acabaría nunca. No me queda mas que agradecer tanto esfuerzo y dedicación por mantener un espacio tan diferente, tan personal, donde la cultura se respira desde que entras, ahora rodeados de discos (miedo me da cada vez que voy porque crujo mi cuenta). Mando un fuerte abrazo a Ali, Paloma, David y todas las personas implicadas en el proyecto que se empeñan en mantener un espacio tan importante como es el Killing Time. ¡Salud!

Sergio CR: El killing time es y será la cuna de los buenos Fatbeats electrónicos. Fue un placer formar parte del equipo humano de dicho lugar antes que comenzará esta peste negra. Ver cómo la gente se volcaba y se entregaba en la pista de baile cómo sino hubiera mañana. He visto pasar muchos Djs y Beatmakers emergentes y reconocidos de la escena underground local e internacional. Un lugar único y especial donde todos los melómanos y sibaritas de los Beats tienen que visitar.